No dejes que esa palabra te rompa.
Que tome al horizonte por asalto
y quebre en espinas
la imagen del espacio.
Que no hunda sus fauces
cercenando de paso tu mirada,
que no te llene las pupilas
de rocas vueltas liquido.
Palabras como esa, explotan.
Toman asiento
en las carnosidades de la traquea.
Inflan cada herida
hasta desangrarte en medio de la calle.
No beses a tu sombra,
invéntate mil escusas.
No rindas tu agonia
al vacio nombrado con mayusculas.
Que no te vistan los espectros
con la fina tela del grito.
Que no te inventen cafeina
para dejar los sueños derretidos en un teclado plastico.
Abre los brazos,
intenta mantener la boca fuera del silencio
aunque sea por unos segundos.
Solamente eso.
Que no te falte una sonrisa.
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